No hace mucho, revolviendo papeles del instituto encontré un trabajo sobre el film Gátaca. Me impresiono sobremanera recordar aquella película, que tanto me hizo reflexionar sobre el futuro de la especie humana y sobre la evolución de la ciencia, que a mi parecer cada vez da más miedo, y es que sinceramente, no sé si la ciencia se ha desarrollado en nuestro beneficio o en nuestro maleficio, y también desconozco si llegará el día en que ella nos controle a nosotros o si por el contrario, siempre permanecerá a nuestro servicio, sirviéndonos de ayuda y mejorando nuestra calidad de vida; pero lo que sí que tengo muy claro es que no pararemos hasta desvelar todas estas incógnitas porque el ser humano no deja nada al azar, porque su cualidad de curiosidad es inherente a su condición de ser vivo y por que las personas necesitamos saber qué pasará después. Hemos puesto un tren en marcha que no parará hasta que no llegue a la estación de la sabiduría suprema, y quizás hay cosas que los humanos no deberíamos conocer nunca.
A mi parecer, la ciencia ha hecho mucho por mejorar la calidad de vida de los seres vivos, y no me cabe la menor duda de que su objetivo último es llevar al ser humano al sumun de la comodidad y del bien estar, salvarlo de todos los males que pidieran afectarle y ampararle de futuros desazones. No obstante, y ahí es donde yo discrepo, quizás el ser humano también debe conocer lo que es el sufrimiento y lo que es la desidia, quizás deba atravesar caminos escamosos para luego saber valorar de verdad la vida, y quizás el ser humano esté hecho para estar donde está y no más allá. ¿Por qué, qué sentido tiene la vida si todo es maravilloso? Hay que tener en cuenta, que cuando reconocemos que algo está bien, es porque antes ha estado mal, el equilibrio entre esos dos términos tan dispares pero tan cercanos como son el bien y el mal aparece cuando ambos existen. Si la ciencia sigue y sigue evolucionando, que lo hará, al ritmo que lo está haciendo, llegará el día en que no vivamos en la Tierra si no en una burbuja inventada y artificial en la que no habrá espacio para las casualidades. Así como en un momento de la evolución humana, parecía imposible volar, y ahora vamos a la Luna; lo que hoy es impensable, dentro de no mucho se hará realidad, y lo peor es que hasta que no pase mucho tiempo después no conoceremos las consecuencias.
Sinceramente, creo que la ciencia es un arma de dos filos que está jugando a ser Dios y que lo está consiguiendo. Le da y le quita la vida a quien puede y lo peor es que nadie la controla. Ha conseguido una entidad propia y autónoma que ya nadie puede detener. Solo nos queda obstaculizar con meros discursos bioéticas, pero tarde o temprano, la ciencia se sale con la suya.
Pero bueno, que nadie se preocupe por que esto solo son simples reflexiones de una estudiante del 2009 que intentaba rellenar hueco en un blog. Probablemente el ser humano recapacitará y en un último alarde de supervivencia cerrará la caja de Pandora donde se halla sita la ciencia y la encerrará junto con la curiosidad humana para siempre. De este modo, lo que no se ha de conocer no se descubrirá nunca, y lo que ya se conoce pensaremos que se sabe porque debía de saberse…
Diana Navarro
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario