Se dice “la justicia está loca” cuando uno cree que las leyes no se han aplicado como deberían en un determinado caso. Por ejemplo, creemos que es un claro síntoma de majadería justiciera el hecho de que un maltratador tenga la capacidad de reincidir y consiga su objetivo: matar a una mujer. Yo, sin embargo, no creo que esto sea que la justicia está loca; simplemente opino que es el sujeto en cuestión el que está completamente trastornado y, además, que es un auténtico cobarde.
Si buscáramos en los libros de historia, sin duda encontraríamos más ejemplos de casos injustos que justos, es decir, más necedades que actos racionales. Personalmente, creo que lo que es justo es justo, y la locura es la antítesis de la justicia, y por tanto, la justica nunca puede estar majara: habrá sociedades que se rijan por la justicia, y habrá otras que se estructuren a partir de la más absoluta locura, pero nunca ambas podrán conjugarse juntas. Esto significa que, siguiendo el ejemplo anterior, España es un país un tanto loco y poco justo, y además por tradición. Pero precisamente eso es lo que todos los madridistas queremos que ocurra en la Liga: que no se haga justicia y que impere la locura. Porque, como esta noche, es a lo único que nos podemos agarrar para conseguir el triunfo este año. Que así sea.
Antonio Chaves
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